Eutimio Fuentes, originario de Peribán de Ramos, Michoacán, está viviendo uno de los momentos más importantes de su carrera
Después de haber sido nominado a los Premios Apolo 2019 por su trabajo en Malnacidos, este mes estrenó Goya, la película que ya convirtió a Eutimio Fuentes, el ganador de la Iguana de Oro a Mejor Actor en el Festival Internacional de Cine de Puerto Vallarta.
“Mi pueblo es muy bonito, pero el arte es difícil”, recuerda Eutimio sobre su infancia en la entrevista que tenemos con él vía Zoom.
“Yo recuerdo que desde niño tenía esta inquietud de ‘yo quiero salir en la televisión, yo quiero hacer telenovelas’, porque crecí viendo Televisa, fui niño niño Televisa prácticamente. Me apuntaba para todo, el desfile del 20 de Noviembre, lo que fuera, de repente entré a prepa y recuerdo que que me metí a administración de empresas porque te enseñaban como como un oficio, y al final hacían como un comercial, sólo por eso”, nos explica.
Esa chispa lo llevó a Morelia, donde estudió modelaje, y más tarde a Guadalajara, donde ingresó a una escuela de actuación.
Ahí, una crítica negativa en su primer semestre terminó de cimentar su determinación: “No importa de dónde vengo ni quién soy; la grandeza está en el origen”, afirma.
Sobre las recientes menciones de Goya como “una de las mejores películas del año” por medios internacionales como Los Angeles Times, Eutimio confiesa sentirse abrumado de emoción.

Filmatronik: Los Ángeles Times la considera la mejor película del año. ¿Qué te hace sentir eso?
Eutimio Fuentes: Muy orgulloso, como estar en un sueño. La verdad es que, cuando leí eso, se me enchinó la piel. Aunque llevo días con una sensación aquí en el pecho por eso, la verdad no tengo la menor idea de cómo describir esta sensación. A veces voy de la nada caminando y pum, lágrimas, lágrimas, así. En estos tiempos creo que mis mejores aliados son los emojis. Lo que siento es un emoji de las manitas de corazón y y brillitos es lo único que puedo decir ahorita.
Filmatronik: ¿Qué le dirías a tu niño que veía las novelas de Televisa ahorita que está logrando llegar y construir esta realidad que antes era un sueño?
Eutimio: El objetivo es hacerme llorar. Le diría que todo está bien, que lo logramos, que no se desespere, que aprenda el concepto de la paciencia y que que siga persistiendo. Son tantas cosas. A veces solo pienso que volteo a verlo y me imagino que está aquí a un ladito, y y lo abrazo. Ayer recibí una llamada de mi mamá porque me di cuenta que que ya está en cines, y ella muy tranquila me dice, “Ah, pues qué padre, hijo, qué qué increíble”, 3 horas después el teléfono suena y es mi mamá echa un mar de lágrimas, y me dice “apenas estoy procesando lo que me dijiste”. Entonces, siento que una parte de mí está muy feliz.
Filmatronik: ¿Cómo encontraste la voz del personaje?
Eutimio: Cuando yo leí el guión yo notaba como una angustia, una culpa, algo. Y le dije a Pablo Orta, el director, que me gustaría trabajar al personaje desde una sensación, que creáramos toda una una profundidad que ya estuviera impregnada en él, ¿sabes?, que estuviera ya empapado, y que si en la película lo veíamos sonreír, sí estaría sonriendo. Fue un proceso bastante largo en el cual Orta me dio todas las herramientas, también estuvo a toda la disposición en lo que yo le pedí, como el background, ya que yo llegaba con mi propuesta y hacíamos match y decíamos, “¿sabes qué? Si funciona esto, no funciona el otro”. Trabajo mucho con melodías, con música, con colores, entonces Pablo estuvo siempre al tanto y cuestionando, cuestionando, cuestionando. También me fui a vivir a al departamento de la película, y Natalia Martínez y Alejandro Menicucci, que fueron las personas que nos estaban acompañando como en el proceso de coach actoral, me dieron tips sobre cómo habitar el lugar. Recuerdo que fui al OXXO, me compré unas papas, un refresco y llegué al departamento en el centro de Guadalajara. Les mandé un mensaje y les “ya estoy aquí, ¿qué hago?”. Me dicen “Eutimio, es tu casa. Ve al baño, duerme, pícale a tu celular, no se, haz algo”.

Filmatronik: ¿Te cuesta trabajo involucrarte en el personaje y luego desvincularte para otro proyecto?
Eutimio: No, nunca jamas. Nunca he tenido conflicto con quedarme como emocionalmente estancado en alguna situación, nunca. Más bien aquí lo que me pasó es que como no trabajo constantemente con mi cuerpo, lo último que yo añado es el cuerpo, la corporalidad de César fue un poco difícil, no sé si te das cuenta, es como hombros hacia adelante, pelvis retraída, pasó como un mes de que se grabó la película y yo estaba grabando un casting y me dicen, “oye, estás como que chueco”, y pues claro, o sea, estuve 5 semanas de rodaje, con llamados de casi 10 horas con esta corporalidad, pues mi cuerpo la tomó.
Filmatronik: En Goya vemos un drama de un perrito, de cómo sufre, del maltrato animal, de la pérdida, pero también la de los humanos.
Eutimio: Todos los personajes están pasando un duelo, incluso Goya, que es como el espejo de cierta forma. Goya aparece por azar del destino, ni siquiera pinta cuadro al inicio. Pero es como el suceso desencadenante que hace entrar en jaque a a estos dos personajes. La película para mí es como una obra maestra en la cuestión del guión, porque nunca en la vida se toca el tema tal cual explícito como de maltrato anima. Está implícito en una situación y se ve. También el duelo es parte de su realidad, entonces no hay que dar explicaciones ni cosas así, sino ya estás viendo la realidad.
Filmatronik: ¿Qué te llevas de tu personaje?
Eutimio: Pues yo creo que, prácticamente, César me cambió la vida. Desde la emoción, el primer acercamiento, la primera oportunidad, todo lo que aprendí en la universidad se lo puse a a ese personaje, es el mayor trabajo que he hecho, es con el que me siento más orgulloso. Fue la primera vez que no me latigué como actor. Quiero que esto todo el mundo la vea.
Goya llega a cines selectos de México este 3 de abril de 2025.