Prepárate para vivir una historia que va directo a donde importa: el corazón. La nueva película Lo Que Dice El Corazón llega para ponernos a pensar, a sentir y, sobre todo, a ver el mundo con otros ojos.
Basada en una idea original del escritor Enrique Torres, esta cinta nos abre una ventana a las realidades que viven millones de personas con autismo alrededor del mundo, mostrándonos que la inclusión no es un acto de caridad, sino de justicia y humanidad.
La trama sigue a Kevin (interpretado por Sergio Valenzuela), un niño de 12 años dentro del espectro autista que tiene un don único: al escuchar los latidos del corazón de las personas, puede sentir su esencia más pura.
A su lado está su papá Tomás (Jaime Aymerich), quien mueve cielo, mar y tierra para protegerlo y darle un buen futuro.
La vida también pone en su camino a Marilyn (Lorena E. González), una joven que huye de una red de trata de personas y que, sin esperarlo, se convierte en un pilar emocional para Kevin, asumiendo el rol de madre sustituta.
Juntos, Kevin, Tomás y Marilyn emprenden un viaje lleno de descubrimientos, desafíos y momentos que te van a arrancar más de una lágrima… pero también muchas sonrisas.

Un mensaje urgente de inclusión
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 100 niños en el mundo está dentro del espectro autista, lo que equivale a unos 75 millones de personas.
Así de grande es la necesidad de construir una sociedad que entienda, respete y celebre las diferencias.
Lo Que Dice El Corazón nos recuerda que la inclusión no es solo para quienes viven con autismo: nos hace mejores a todos. Nos enseña a ver más allá de las etiquetas, a valorar la diversidad de perspectivas y a construir puentes de empatía que realmente cambien el mundo.
Marca la fecha: Lo Que Dice El Corazón estrena en cines este 10 de abril. Una oportunidad para conectar, reflexionar y ser parte de una conversación que necesitamos más que nunca.
Únete al movimiento usando el hashtag #LoQueDiceElCorazón y comparte tus ideas sobre cómo podemos construir un mundo más inclusivo, donde todos —sin importar cómo ven o sienten el mundo— tengan un lugar.