La novela sobre una marca de ropa que vestía a Natalie Portman

En Fractura expuesta Papo Kling narra, desde el fracaso, cómo un inopinado impulso emprendedor lo llevó a crear KLING

Alguna vez has soñado con llegar muy alto, con alcanzar todos esos sueños que en la vida te dicen que debes tener, ¿has pensado también en que te podría ir mal, que podrías ir a la quiebra?

Si nunca te ha pasado, vas a tener que darle una leída a Fractura Expuesta, el nuevo libro de Papo Kling, quien narra de forma muy personal todos los fracasos que vivió luego de crear Kling, su marca de ropa.

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En los 2000, sus outfits eran tan populares que celebridades como Natalie Portman o Russian Red se los ponían, y durante más de una década nada parecía salir mal.

En una visión novelada, con un ritmo y estilo sorprendentes, de una audacia que de no haber sido cierta sería ridículo creer, Fractura Expuesta sirve como un repaso por lo que en ocasiones no tiene preparado la vida.

Una marca que lo daba todo

Papo llegó a Madrid con el nuevo milenio, necesaria escala previa a unos soñados estudios de sociología en La Sorbona de París que, en la ilusión de ese veinteañero criado en la izquierda política, lo ubicarían en el centro de una mítica efervescencia intelectual y contestataria, ya para entonces inexistente.

Fue así que llegó a una fiesta con un joven empresario comercial que le pidió ejecutar un proyecto que hizo a Papo arañar su sueño parisino… proyecto que se esfumó dejándole, no obstante, en condiciones de seguir su propio ímpetu emprendedor.

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Arriesgada, la apuesta elegida por Papo, arropada por la etiqueta de una camiseta, impulsada por una temeridad que desconocía tener y guiada por la buena estrella que uno intuye acompaña a este personaje, tuvo un éxito inmediato y acelerado.

El autor no evade la autocrítica: desnuda su falta de preparación, el vértigo del crecimiento, los dilemas éticos que plantea a su consciencia social la industria de la fast fashion (moda rápida y masiva) y el low cost, consumismo democratizado, sin culpas ni clase.

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